Nosotros como seres humanos, solo podemos pensar, planear, soñar y sentir de lo que experimentamos directamente. Tal y como dice un dicho de mi tierra “nadie escarmienta en cabeza ajena”. Esto es porque la realidad está fijada en nuestro cerebro desde nuestro punto de vista y por eso es que para nosotros, la ficción, es fascinante. Nos deja experimentar el mundo dentro de la cabeza de otra persona. Esta es la definición del punto de vista: aquél a través de cuyos ojos vemos la acción, dentro de cuya cabeza estamos, de cuyos sentimientos experimentamos a medida que el personaje los siente. En este sentido, el punto de vista (POV) de un personaje o personajes, es crítico en nuestra historia. Determinará lo que decimos, cómo lo decimos y cómo sentimos las acciones que tomamos. Hay muchos puntos de vista disponibles. Cada uno tiene sus ventajas y desventajas. Revisemos los más usados. 1. PRIMERA PERSONA: La primera persona se refiere al narrador Yo, Nosotros, Mío, Nuestro, Nuestros. Es muchas veces, la voz del personaje heroico o del compañero. 2. SEGUNDA PERSONA: El narrador Tú, Ustedes. Este punto de vista es raramente exitoso y normalmente funciona mejor en libros cortos o novelas, por lo que es poco recomendado. 3. TERCERA PERSONA: Es el narrador Él, Ella, Ellos. Es el punto de vista más común en la ficción narrativa. Puede ser de omnisciencia limitada o ilimitada. a. Tercera persona de omnisciencia ilimitada: En este punto de vista, el autor entra en la mente de cualquier personaje y transporta al lector a cualquier acción o ambiente. b. Tercera persona omnisciente limitada: El autor entra en la mente de solo algunos personajes, usualmente uno por capítulo o escena. La escritura más efectiva, independientemente del punto de vista, permite que el lector vea a través de los ojos del personaje, en vez de los ojos del autor o del narrador omnisciente. Por ejemplo: a. Era alto, 1 metro con 90 centímetros, con una nariz que hacía juego a su altura, delgado y derecho. b. Miró el reflejo de su metro noventa de altura en la ventana de la panadería, estudió su delgadez, su rectitud, y la de su nariz, a juego con su contextura, y siguió adelante. De frente, decidió. Siempre muestra tu nariz de frente, nunca de lado. Esta manera de decir las cosas, muestra los mismos hechos sin darle un alto a tu historia como diciendo “Ok, voy a describir a alguien”. Vemos la reflexión a través de los ojos del personaje y no del teclado del escritor. Vemos acción, actual e implícita. Y además, conocemos algo del personaje: se preocupa por su nariz. Escribes tu mejor narración cuando los personajes de la historia hacen que pasen las cosas, y el lector se involucra más con lo escrito. Normalmente, el protagonista de nuestra historia, es también el personaje a través del cual manejamos el punto de vista. Pero no siempre es así. Por ejemplo en El Gran Gatsby, la historia es contada por Nick Carraway, quien está involucrado en la acción de la novela solo de manera periférica. Los verdaderos protagonistas son Gatsby y su amante Daisy Buchanan, particularmente Gatsby. Otro ejemplo es Las Aventuras del Capitán Alatriste, que narra las aventuras de este personaje español, pero desde el punto de vista de Íñigo Balboa, su ahijado, quien participa también de manera periférica en la historia. Pero ¿por qué separar tu personaje principal de tu personaje punto de vista?: principalmente porque tu personaje punto de vista puede seguir narrando la historia, aún después de que tu protagonista muera. También, tu protagonista puede mostrarse más enigmático si él no es el personaje punto de vista: por ejemplo no conocemos el pasado real de Gatsby hasta que muere y es revelado que inventó una forma de vida mucho más glamorosa que la que en verdad tenía. Esto no hubiera sido posible si él hubiese sido el personaje punto de vista, ya que lo hubiéramos sabido desde el inicio de la novela. Por último, los personajes puntos de vista pueden hacer observaciones sobre el personaje principal que ellos mismos no hubieran pensado. Por ejemplo Carraway ve a Buchanan como ligeramente descuidada y a Gatsby como idealista. Ellos mismos no se hubieran descrito de esa manera. Lo primero que debes preguntarte para saber cuál punto de vista utilizar es: ¿Mi protagonista y mi personaje punto de vista será el mismo? Si no es así, ¿hay una buena razón para esto? ¿ganaré más de lo que perderé? SELECCIÓN DEL PERSONAJE PUNTO DE VISTA Es una buena idea, antes de que empieces a escribir, que consideres todas las opciones para el personaje punto de vista. La primera opción que viene a la mente, puede no ser la mejor. Considera por ejemplo el libro de Harper Lee “Matar a un Ruiseñor”, el cual ocurre en el Estado de Alabama antes de la segunda guerra mundial. La trama principal discurre con el apresamiento de un hombre negro (Tom Robinson) por pegarle a una mujer blanca (hecho que él no cometió). Su abogado es el respetado blanco Atticus Finch, padre de dos niños. Finch identifica al verdadero culpable, quien se quiere vengar en los dos hijos del abogado. La historia es contada desde el punto de vista de la hija menor del abogado, Scout, de 8 años. Nadie puede saber si el punto de vista es mejor o peor que otro que haya seleccionado la autora, pero cumple con los criterios que se deben considerar para escoger un personaje punto de vista y que son: a. ¿Quién será herido por la acción?: Alguien que es fuertemente afectado emocionalmente por la situación, normalmente hace un buen personaje punto de vista. En este caso de análisis, Scout es la víctima de intento de asesinato y por lo tanto, está en peligro. Escoge para tu personaje punto de vista, un personaje con una gran participación en el resultado final, incluyendo el dolor si el resultado es negativo. Este criterio, incidentalmente, es el porqué los escritores de novelas detectivescas, trabajan duro en crear conexiones personales entre el asesino y el detective. Aumenta las posibilidades de dolor y por lo tanto, aumenta la tensión narrativa. b. ¿Quién puede estar presente al final?: En “Matar a un ruiseñor” está Scout. Y lo debe estar el personaje punto de vista, o de lo contrario se sentirá un distanciamiento al final del libro al ser contado de segunda mano por otro personaje. c. ¿Quién está en las mejores escenas?: Scout por ejemplo, se escabulle dentro de la corte para ver la defensa que hace su padre de Tom Robinson. El lector quiere estar presente, y también lo debe estar el personaje punto de vista. d. ¿Quién proveerá un panorama interesante de la historia?: Scout brinda a la novela de Lee un punto de vista inocente, fresco, una manera de mirar el racismo como ningún adulto lo haría. ¿Qué tipo de observaciones sobre la vida quieres tener en tu novela? ¿Quién es el personaje más adecuado para hacerlo? e. ¿Cuál cabeza estás más interesado en habitar durante la historia?: No subestimes este criterio. Es importante. DIFERENTES OJOS, DIFERENTE HISTORIA Cada vez que escoges un punto de vista diferente para tu historia, estarás escribiendo una historia diferente. Por ejemplo: La historia de la cenicienta es una contada desde su punto de vista, pero es otra contada desde el punto de vista de su madrastra, y otra distinta desde el punto de vista de sus hermanastras, o del príncipe. Ninguno de estos puntos de vista son inherentemente mejores o peores uno del otro. Todo depende de la versión de la historia que quieras contar. Pero si no consideras otros puntos de vista sino que vas directo con el primero que se te ocurrió, puedes estar dejando la historia sin algunas excelentes oportunidades de mejorar. ¿Cuántos puntos de vista están permitidos? No hay una sola respuesta a esto. Como regla general: UTILIZA LOS MENOS PUNTOS DE VISTA QUE PUEDAS PARA QUE AÚN PUEDAS CONTAR LA HISTORIA QUE DESEAS. La razón para esto ya lo hemos dicho: Estamos acostumbrados a experimentar la realidad desde cada punto de vista. Cada vez que cambiamos el punto de vista de un personaje a otro, el lector debe hacer un ajuste mental. Si hay muchos de ellos, la historia se siente fragmentada y poco real. Como tarea puedes hacer lo siguiente: a. Explora las posibilidades de los puntos de vista: Escoge una historia que conozcas bien. Una tuya o de alguien más. Escribe cinco o seis personajes principales de la historia. Ahora trata de imaginar la historia como si fuera escrita por el punto de vista de un personaje diferente al que el autor escogió. ¿Se siente muy diferente la historia? ¿Se enfatizan más unas escenas que otras? ¿Cambia el sentido de la historia? b. Piensa como un personaje punto de vista: Considera tu novela favorita de todos los tiempos y escoge tu personaje favorito de allí. Escribe una carta desde el punto de vista de este personaje, a otro personaje de la novela. La carta debe estar fechada después de que la novela ha finalizado. ¿Cómo es la vida del personaje ahora? ¿Cómo se siente sobre su propia historia? Como ves, escoger un punto de vista u otro, cambiará el sentido de la historia que escribes y la condicionará de principio a fin. ¡Sigue adelante! OTROS LINKS QUE TE PUEDEN INTERESAR
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